A PALABRAS NECIAS, OÍDOS SORDOS

 

Hola amigos: No me gustan en absoluto los temas de carácter político porque me producen picores en el cuerpo, pero es que a uno se le llena el saco de leer las tonterías que dicen convencidos de que los que las leen son descerebrados y tragan los batracios que salen de sus bocas. Podría exponer muchísimos casos más, pero creo que con lo escrito aquí me parece suficiente, para que uno tenga una idea de la situación política deleznable que se está haciendo en este país por parte del partido gobernante. Os pido disculpas por soltaros este rollo y por la  extensión del texto.

 Es intolerable permitir a estos políticos de tercera división que dicen gobernarnos, que hagan demagogias o verborreas  con el único fin  de conseguir convencer a los ciudadanos (los que se dejan convencer),  de que si te agachas a coger  una moneda y te la clavan,  que puedes y debes seguir haciendo lo mismo para  satisfacer a los demás y así poder ahorrar un poco de dinero el Estado, lo que menos importancia tiene para ellos es, pues eso, que te la claven. El Sr. Pons (del PP), no se le ocurre decir la tontería más grande que he leído,  “Marcharse a trabajar a cualquier país de la U.E. no es ir  al extranjero”, “A palabras necias,  oídos sordos”. Si la U.E. fuese una confederación de Estados Unidos, con una Constitución común; con una política fiscal exactamente igual para todos los países miembros;  una economía similar para todos, una Justicia igual para todos, salarios, estado de bienestar etc., es posible que pudiera aceptar en parte las sabias palabras de Pons. No puedo asimilar que estos personajes hayan estudiado en universidades para luego decir estas paridas.

Dedicarse a jugar con el sentido o significado malicioso de las palabras no es bueno para nadie medianamente inteligente. El pueblo español no es el mismo de hace 50 años en que emigraba el obrero por falta de trabajo aquí;  hoy son nuestros universitarios los que se ven obligados a emigrar, y ellos, los políticos,  nos cuentan milongas imposibles de digerir. Problema grave, grave, que requiere mucha atención política y un tratamiento rápido que frene esta barbarie. Los políticos están obligados a decir la verdad siempre, pues de democracia se trata, no de mentiras consentidas por viles dictaduras.

Sin embargo, no son capaces, ni quieren, ni tienen agallas para hacer una de las cosas que profundizan más la crisis que padecemos, y que ahora, también el BCE le recomienda al Gobierno español, “RECORTAR EL ESTADO”, es decir, el gasto público  ¿Por qué no lo hacen? Fácil. En España hay 450.000 políticos y 45 millones de habitantes, en Alemania 190.000 políticos y 92 millones de habitantes ¿Es normal esto? No. Todo  tiene mucho que ver con la transición, Constitución y autonomías. La reforma de las administraciones locales y la que pretenden autonómicas de reducir alcaldes, diputados y ayuntamientos, es una infantilada a la que se niegan todos los cargos afectados, nadie quiere que se le quite la mamanduca (comida), pensemos que hay alcaldes que cobran más que el presidente del Gobierno, vergüenza consentida por ellos,  por lo que les plantan cara a sus compañeros de partido para que la frenen. Si tuvieran agallas no la frenarían, sino todo lo contrario, la endurecerían para recortar cargos políticos sobrantes a mansalva, podemos calcular unos 150.000. Recortando  así todas las esquinas de las administraciones, empresas públicas ruinosas, televisiones deficitarias, reducción de coches oficiales, auditar a las autonomías etc. etc.,  se podría controlar y evitar el despilfarro de dinero público, pudiendo ahorrar hasta 100.000 millones de euros y se terminaría la crisis.

No cabe duda que es más fácil castigar a la población subiendo impuestos,  dejarle prácticamente sin derechos laborales,  recortándole la Sanidad; la Educación, las prestaciones sociales, desempleo (no se invierte ni un euro) y, ahora, la toman con los pensionistas. Hay que machacarlos, después de haber trabajado 30, 40 o más años sin haber dejado de cotizar, nos quieren rebajar las pensiones y alargar la edad de jubilación hasta los 67 años. Se aprovechan de la circunstancia de que los sindicatos brillan por su ausencia. Claro, si el dinero que genera este país se lo gastan ellos todo, con sueldos de 5, 6, 7 y 8.000 € y más  al mes. Esto ya ha colmado el vaso y tendrá que explotar, con el 27% de desempleo, este país no aguantará mucho sin que la gente despierte y se lance a la calle asqueados  de que les saqueen los bolsillos por culpa del servilismo del Gobierno hacia la canciller alemana Sra. Merkel,  que es la que impone las políticas de austeridad, nefastas para el crecimiento de las economías sumiendo a los países en la más profunda oscuridad.