AQUELLOS QUE ME SIGUEN

sábado, 20 de junio de 2015

RECORDANDO A ROSALIA



Para mí cualquier día del año es bueno para recordar a los escritores gallegos, poetas y poetisas. Hoy, como otras muchas veces, he dedicado un recuerdo a una gran poetisa gallega, su nombre, Rosalía de Castro, la más dulce, la más delicada y la más sentimental. Supo plasmar en sus poemas una de las tierras más grandes y hermosas de este planeta hasta su fallecimiento. Su obra la inmortalizó   


Igresia de San Xiao de Bastabales en la que se inspiró Rosalía
  
Os invito a escuchar Campanas de Bastabales, de su libro Cantares Gallegos, editado en Vigo en 1863.  Vosotros  valorareis y deseo que disfrutéis 


Una edición del Libro Cantares Gallegos.

San Xiao de Bastabales - Brión- La Coruña.








Las imágenes están bajadas de Internet. 

Hasta pronto.

jueves, 11 de junio de 2015

PENSAMIENTOS E IMAGINACIONES


 

Desde niño siempre me gustó sentarme en las rocas del espigón del puerto de La Coruña, allí nos reuníamos en numerosas ocasiones la pandilla de siempre, y, algunas veces , nos bañábamos al anochecer. Era bonito, nos gustaba, claro que hablo de cuando teníamos 13 o 14 años. En otras ocasiones, nos sentábamos en la costa “mirando al mar” como la canción para pensar, y pensábamos largo tiempo, cada uno lo hacía en relación al tema que le gustaba. A mí por ejemplo me encantaba  mirar al horizonte e imaginarme lo que había al otro lado que no conocía,  pero sabía que estaba allí, aunque muy lejos. Siempre tuve una imaginación muy activa, muy fantástica, bueno, seguramente  como otros muchos niños.                                                                                                

Mirando al Océano Atlántico me preguntaba a qué distancia quedaría  Nueva York, entonces cerraba los ojos y me imaginaba navegando en un gran barco noche tras noche y día tras día; la duración del viaje duraría entre 12 y quince días, y, por supuesto, calculaba bastante aproximado. Me imaginaba llegando a América (como llenaba la boca al pronunciar ese continente). Al amanecer con el cielo despejado,  Nueva York me daba la bienvenida enseñándome sus rascacielos, su inmensidad. Me preguntaba que hacía yo en esa Ciudad tan enorme. Seguramente sería porque mi abuelo materno estuvo 12 años buscándose la vida en esa vasta ciudad.

Otras veces sentado en el campo pensaba a que distancia estaría  la ciudad de París, escuchaba hablar mucho de ella en mi casa, a mis padres concretamente, pues una tía mía  también  había emigrado para trabajar  y tratar de ganarse la vida mejor. Su medio de transporte había sido el tren, por  lo tanto, yo me imaginaba el recorrido estación por estación hasta llegar a la voluminosa ciudad.

Al cumplir 18 años mi tía me invitó a pasar  un mes en su casa. Bueno....me pareció que la vida y la suerte me empezaban a premiar por haber imaginado y pensado tanto. ¡¡¡Como me lo pasé!!!

El viaje lo hice en tren con mucha ilusión, pero eso sí,  había resultado demasiado agotador,  si pensamos en los trenes de la década de los sesenta.....

Que bien me movía yo solito por París, andando o en el metro, que por cierto era estupendo y se entendía muy bien, y como podéis imaginar, en un mes de estancia, la cantidad de  cosas que se pueden ver. Disfruté de lo lindo. Después de unos años volví varias veces  más.

La suerte me volvió a dar una palmadita en la espalda al  poder asistir con un grupo de danzas folclóricas en 1970 a Nueva York, para formar parte de la comitiva del  desfile de la Quinta Avenida, con  motivo del día de la Hispanidad el 12 de Octubre. Todavía se sigue celebrando, por supuesto. Mi estancia, o mejor dicho, nuestra estancia fue de una semana completita, por lo que nos dio tiempo a dar unos buenos paseítos por esa maravillosa ciudad, recuerdo que todavía estaban en construcción las Torres Gemelas. En fin, A veces nuestros pensamientos e imaginaciones que tuvimos de niños se pueden hacer en parte realidad, pero debo reconocer que no siempre es así.

Hasta pronto.