AQUELLOS QUE ME SIGUEN

domingo, 16 de febrero de 2014


FESTIVAL INTERNACIONAL DE LORIENT

 

En 1981, fuimos invitados a participar en el Festival Internacional de Folclore en Lorient,  ciudad portuaria en el departamento de Morbihan, en la Región de  Bretaña. Celebraba un festival que era muy conocido en el mundo del folclore, es más, tenían un representante en Galicia con el cual había que contar para ir a dicho festival, pues seleccionaba los grupos participantes.  Y  como a nadie le amarga un dulce, nosotros queríamos ir. Arreglados como siempre los problemillas del trabajo….pues alguno  siempre fallaba, había que suplirlo por otro bailarín o bailarina y el viaje se realizaba.

Generalmente solíamos salir  a las 8 de la mañana de La Coruña, dada la distancia que había que recorrer desde nuestra ciudad a Irún, frontera por la que teníamos que pasar  a Francia. Siempre que  viajábamos en autobús  solíamos parar a comer a seis kilómetros  después de Astorga, dirección Madrid, en un mesón llamado Quiñones. Su cocina tradicional es muy buena, y asequible de precio. Sigo parando en dicho mesón cuando viajo de Madrid a La Coruña y viceversa.

La expedición estaba compuesta por el Grupo de Danzas Eidos y el Grupo folk Milladoiro,  pues también  iba a participar en dicho festival, tuvimos buena convivencia y nos hicimos buenos amigos. En el transcurso del viaje tocábamos las gaitas y cantamos cantares de nuestra tierra gallega, recuerdo que le enseñe a Ferreirós, uno de los gaiteros de Milladoiro, la Jota de Paradela, compuesta por un servidor y que más tarde tocaron en alguno de sus conciertos.

Nos dio la noche en el camino, estábamos bastante agotados, y por fin llegamos a Irún, nos dirigimos directamente al Hostal para cenar, pero sobre todo, para acostarnos y descansar nuestros huesos doloridos,  pensemos que las carreteras no eran las de ahora, y, además, teníamos en mente el paisaje tan bonito que nos esperaba, por lo que teníamos que estar bien despiertos.

A la mañana  siguiente,  cruzamos la frontera y empezamos a subir Francia. Empezamos por la Región de Aquitania, dando una visita muy breve por Saint Jean de Luz, Bayonne y un recorridito por Burdeaux. Las jefas no nos permitían desperdiciar más tiempo, pues el camino era todavía muy largo. Seguimos subiendo ya por la Región de Poitou hasta llegar a La Rochelle, ciudad preciosa en la que paramos a comer.

Seguimos camino y entramos en la Región de Países de Loira, subimos hasta Nantes, y como a las jefas les había sentado bien la comida, nos dieron otro recorrido por los sitios más llamativos o principales de la ciudad. He de decir que no teníamos una hora señalada para llegar a nuestro destino pero, si nos pasábamos de las 12 de la noche nos quedaríamos sin cenar. En fin. Hasta cierto punto nos daba igual pues había mucho que ver y eso era impagable.

Las tres regiones que habíamos cruzado y todas las ciudades que habíamos visto (y nos quedaron muchas por ver, por supuesto), nos habían dejado un sabor muy dulce en la boca. Sus campos, sus castillos; sus fortalezas, sus iglesias y catedrales,  así como las  mansiones medievales eran preciosos, por lo tanto, muy dignos de ver.

Entramos en la Región de Bretaña,  nuestra favorita por ser en esa parte de Francia donde se celebraría el festival. Realmente,  cada Región iba cambiando su paisaje, cuanto más al Norte más verde, además de la estructura de los edificios, castillos y fortalezas. Al final se la jugamos a los bretones, nuestro conductor que nos había demostrado que era un Fangio, logró llegar a Lorient a las once y media de la noche, por lo que  a  los organizadores no les quedó otro remedio que servirnos la cena y a continuación, nos alojaron en un Colegio Mayor. 



Como creo que ya me excedo en mi relato, permitidme que lo que falta os lo cuente en el próximo post.
Que disfrutéis el video.

Hasta pronto. 

martes, 4 de febrero de 2014

ESPAÑA ENVEJECE



 

Continuamente nos están diciendo que somos un país que envejece demasiado, es posible, pero como todo en la vida, imagino yo, tiene explicación. La sociedad española ha cambiado muchísimo  desde la transición hasta nuestros días, es decir, desde hace 30 o más años, de eso no nos cabe ninguna duda. No somos la sociedad de los años 50 o 60 y tampoco la de los 70.

Una de las causas de la que somos  todos sabedores que provocó el bajón de la natalidad desde la década de los 80, ha sido la crisis  económica y por tanto laboral contraída en esa década, la cual  mostró un futuro bastante desalentador para el trabajador y la familia. En definitiva, que la falta de trabajo casi siempre obliga a posponer la concepción de los hijos. A esto hay que sumar la incorporación progresiva al mercado laboral de la mujer, lo que ha generado una falta de tiempo real de convivencia familiar. Todo cuenta, y por qué no, la falta de estímulo de los gobiernos demostrada en relación con las ayudas a las familias por nacimientos. Otra de las causas que no podemos olvidar es la compra de la vivienda (pago hipoteca etc.).
 
 
 

También es verdad que hemos crecido desde aquellas décadas en las que España tenía un censo de 35 o 37 millones de habitantes a los 47 millones actuales, contando los 6 millones de inmigrantes que España  recibió en los años de bonanza económica y laboral. Entonces también  es  lógico que la tasa de  envejecimiento sea mayor, como también es la de los fallecimientos.

Veamos ahora que reflejan las estadísticas.

Nos dice el INE (Instituto Nacional de Estadística), que el número de fallecimientos en este país ha subido por segundo año consecutivo. Ejemplo: Por cada 100.000 habitantes han fallecido 862. Estos datos se refieren al año 2012. Y en este último, es decir, en el 2013, se superaron los 400.000, dando una cifra total de 402.950 fallecimientos, lo que significa un aumento del 5,4% en los últimos dos años. Estos son únicamente datos estadísticos, ahora lo que deben hacer es investigar las causas y lo que va a durar, porque, aunque creamos que a mayor población más muertes…no es del todo lógico.

Tenemos que ver que enfermedades repuntan y las  que se reducen para ver si es posible que la balanza se frene y se incline a nuestro favor. Veamos: Con la salida de los extranjeros hacia sus países de origen debido a la crisis que estamos padeciendo, se nota más el creciente envejecimiento de la población, pues los que salen son más jóvenes y suelen tener más hijos, y esto no cabe duda que afecta a la pirámide.

Por enfermedades: Parece que las respiratorias han repuntado un 17% desde el 2002 al 2010. Según las estadísticas y el criterio de los especialistas,  todavía padecemos la epidemia tabaquera de hace 20 años que produce la famosa EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), la cual llega a matar. Esto quiere decir que los fumadores que han dejado de fumar hace 10 años, entre los que yo me  encuentro, no estamos libres de contraer dicha enfermedad mucho más fácilmente que aquellos que no han fumado. Si bien había una tasa del 40% de fumadores y ahora hay el 28% se considera todavía un porcentaje muy alto.  

Las enfermedades infecciosas bajan, las circulatorias suben, las tumorales suben, las mentales suben; los suicidios suben y las infantiles bajan. Estas relaciones se toman casi todas ellas desde el 2010 al 2012.

En fin, que según los expertos no hay que alarmar, pues algunas de las enfermedades todavía se pueden profundizar más  e investigar el por qué y reclasificarlas, por lo que el resultado sería menor.

En definitiva, que la natalidad seguirá bajando por culpa de esta crisis bestial en la que nos ha metido el anterior Gobierno socialista, y el actual del PP por ejecutar unas políticas erróneas para el pueblo. Si no hay trabajo, y por tanto un bienestar social de futuro, no subirá la natalidad. Por lo tanto, el envejecimiento será mayor. Solución, traer mano de obra extranjera  regulada por una ley seria y eficaz, hasta que suba la natalidad en nuestro país de una forma satisfactoria al igual que lo han hecho los países europeos en los años sesenta.