Acabo de llegar hace
unos días de Cádiz. Estuve 22 jornadas, conocí a mi nietita Raquel que es una
monada de criatura. Nació el día 10 de Marzo, el mismo día y mes que mi hijo
mayor Roberto. Tiene un hermanito de seis años, mi nieto Miguel Angel. Estaba
como loco esperando el momento del nacimiento que por fin llegó.
Durante toda mi estancia, que fu3 muy relajada, no leí ni un
solo periódico. No supe absolutament3 nada de lo que pasaba en el mundo, incluida
España, tenía las neuronas muy cargadas
y me propuse descansar de todas las barbaridades, estupideces y demás tonterías
diarias que uno tiene que tragar de nuestros políticos.
Al volver a la rutina diaria, se queda uno perplejo al leer
las noticias publicadas diariamente en relación a este “gran Gobierno que se
nos va”. El ministro de Hacienda nos dice que deja un duro ajuste, herencia o “pufo” pendiente para el próximo Gobierno.
Se refiere, entre otros desastres, al déficit público
incumplido; endeudamiento de las
comunidades autónomas, seguridad social, deuda pública situada en 1,4 billones
de euros y suma y sigue.
Bien, bien, maravillosa situación, problema o muralla para el
Gobierno entrante. Si entra, porque a este paso……
Hablan ya de impuestos para garantizar las pensiones, tumor
para los gobiernos tras agotar el fondo de la hucha de la S.S. Y, como no, las
comunidades son un cáncer maligno para los gobernantes.
Personalmente, creo que el venidero no resolverá el problema. Si después de 115 días
que se han comido desde las elecciones, no han llegado a un acuerdo para formar el
futuro Ejecutivo, mal veo yo el resto.
Por todo ello, pido a
nuestros políticos que cumplan de una puñetera vez lo prometido y cierren las
diputaciones y el Senado, porque no quieran hacernos creer que sirven para
algo; que lleven a cabo la reforma de la Administración, refundición de
ayuntamientos y eliminación de empresas públicas ruinosas que todavía las hay a
miles. Tienen ustedes que encoger el
Estado, dejen de situarse tanto y controlen el gasto, verán como sobra dinero y
no hará falta estrangular más al ciudadano, de lo contrario, nos llevarán
directamente al abismo. Y de momento no hablemos de las islas vírgenes…….
Hasta pronro.