Esta mañana lo primero que hice al salir de casa (como todos los días),
fue comprar el periódico, y puesto a
ojearlo he visto una noticia que para mí, e imagino que para muchos, es una
indicación positiva para nuestra salud.
El titular dice así: Los
infartos caen un 18% y el asma un 20% con las leyes antitabaco. Esto lo dice
Sanidad en un informe enviado al Congreso en referencia al impacto que las
medidas antitabaco han repercutido en los ciudadanos de este país, al prohibir su consumo en lugares públicos.
Hoy la sociedad española e imagino que alguna más de este mundo, acostumbra
a ir a locales públicos como por ejemplo,
cafeterías y restaurantes con sus bebes o niños como un fin social. En
estos locales se citan con amigos y así se pasa un rato entretenido. Son los
tiempos, y conste que siempre existen muchas excepciones. Yo recuerdo como
todos que, a veces, cuando se permitía fumar en estos sitios, el aire era
irrespirable, por lo que todos los no fumadores se convertían en fumadores
pasivos, y de ahí venían enfermedades “sin comerlo ni beberlo·”. Claro que sí.
Yo fui fumador, lo confieso, pero no un gran fumador. A los 14 años
empecé a tontear con el cigarrillo y sin filtro. Cuando íbamos al cine, en el
descanso, solíamos meternos tres o cuatro amigos en el baño y nos fumábamos un
cigarrillo entre todos. A veces, nos descubría el “acomodador” nos cogía por
una oreja y nos echaba a la calle, eso era todo. Seguí creciendo y aumentando
la dosis a tres o cuatro cigarrillos al día. Llegados los 20 años ya fumaba 10
cigarrillos al día, solo cuando iba a una fiesta me fumaba una cajetilla.
Bueno, y así 40 años. Hace exactamente siete
años que lo deje totalmente y no me arrepiento, me siento feliz sin él. Pero no puedo evitar que mi mente, a veces, me recuerde lo
gilipollas que he sido por fumar. Se lo reconozco y suelo contestarle: Como
todos, ni más ni menos. Ahora bien, una retirada a tiempo es, no cabe duda, un
triunfo que nos puede permitir, por lo menos, quedarnos aquí al menos una o dos
décadas más. Nada despreciable.
En la década de los sesenta, debido a mi trabajo, asistí a unas
conferencias en las cuales se explicaba la problemática del tabaco, como
atacaba a los pulmones y corazón y se demostraba con fotografías a todo color. El
cáncer de pulmón, la bronquitis crónica (hoy llamada EPOC, Enfermedad Pulmonar Obstructiva
Crónica), repartida en cuatro fases, “leve, moderada, avanzada y grave,
terminando nuestra historia en esta última. El médico cirujano que impartía era
el Jefe de cardiología de La Paz de Madrid. Lo que se veía allí lo digo con
toda sinceridad era aterrador, (no lo expreso para no herir sensibilidades). Pero claro, con el pensamiento de que éramos
jóvenes y que a mí no me podía suceder decidí seguir fumando. No cabe duda que
nuestro cerebro tiene capacidad para decidir eso y mcho más.
En definitiva, lo que tengo que decir es que estoy totalmente de
acuerdo con dichas prohibiciones, y estoy de acuerdo porque pienso en la salud
de todos y especialmente en la de los niños.
Todos fuimos inconscientes en la juventud, todos pensamos “ya lo dejaré
más adelante”, pero cuando nos llega la consciencia….a veces, para muchos es
tarde. Piénsenlo los que fuman.
Vale la pena cuando las estadísticas están demostradas y basadas en los
ingresos hospitalarios por cardiopatías isquémicas, EPOC y cánceres de pulmón
derivados del tabaco. Dios quiera que sigan bajando las muertes gracias al
crecimiento de la sensatez de los ciudadanos. Hasta pronto amigos.
Yo no he fumado nunca y, viendo los graves peligros que conlleva, estoy contenta de no haberlo hecho.
ResponderEliminarSe debe abandonar todo aquello que sea perjudicial, aunque me pregunto porqué no lo prohíben al igual que la droga. Es un tema bastante complicado pero hay que actuar con sentido común y tratar de mantenernos lo más sanos posibles .Para vivir un poquito más...
Aunque ¡¡hay tántas cosas que hacen daño...!!
Un besito
El tabaco es un negoción, es un mana de ingresos para los Gobiernos, por eso no lo prohíben. Lo que sí es viable, es que las asociaciones, programas médicos de radio y televisión, traten de mentalizar al ciudadano para que deje de fumar.. El Gobierno creo que ya no puede hacer mucho más, seria como echar tierra sobre su tejado. La droga mata, y mata mucho más pronto que el tabaco que también llega a matar, pero con más lentitud. Muchas gracias por tu comentario y un esito para ti Amalia..
EliminarCómo me alegro de lo que nos dices en tu entrada, las estadísticas y que lo dejaste, qué bien hiciste y no te preocupes de no hacerlo antes, ya sabes que más vale tarde que nunca.
ResponderEliminarLa verdad es que se empieza como una tontería de adolescente porque es como ser mayor y luego más y más, pero me imagino que te sentirías hasta mejor al dejarlo en cuanto a respirar.
No fumo tampoco y hay veces que pienso cómo podíamos estar en esos locales tan llenos de humo, desde luego estoy de acuerdo en la ley.
Un abrazo Miguel Angel.
nimbus nin: Los culpables de fumar somos todos, es decir, la sociedad. Sabes que, salvo excepciones, los amigos suelen arrastrarte a hacer cosas que no estan bien, y si no lo haces, te toman el pelo. Lo bueno es reconocer el error y tener la fuerza suficiente para repararlo. Los hay que dicen que son incapaces....no lo creo. Si el médico te dice que tienes mal los pulmones, no queda otra que dejarlo...o saludar al que está muy arriba. Muchas gracias por tu comentario y recibe un saludo cordial.
EliminarMi opinión es que no es lo importante prohibir ,sino informar ; yo también he fumado durante muchos años decidí dejarlo hace seis años ,estoy satisfecha de haberlo hecho no necesite ninguna ayuda ,solo uno mismo cuando está convencido de lo que quieres , esa es mi experiencia .Muxu bat
ResponderEliminarEfectivamente Ángeles, lo importante es la educación, familiar y escolar. Informar bien de los problemas que puede acarrear el fumar, sobre todo desde la niñez, puede evitar que crezca considerablemente el número de fumadores. Gracias por tu comentario. Un bico.
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