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sábado, 31 de agosto de 2013

MI AFICIÓN POR LA GAITA Y EL FOLCLORE GALLEGO. PARTE 7


 

Hola Amigos¡¡¡ Volvemos al tajo, pues esta historia poco a poco va tocando a su fin, no por ello, deja de ser menos interesante que las anteriores.

 En  el último trimestre de 1995, recibo una llamada del Jefe de Relaciones con el Exterior de la Xunta de Galicia, diciéndome  que si me interesaría ir a dar una clase de gaita a Venezuela, concretamente,  a la Hermandad Gallega de Caracas, a lo que le contesto afirmativamente. El hombre me advierte que está buscando al profesor más idóneo para enviarle a impartir las clases, pues me confiesa que la banda de gaitas de la Hermandad,  tiene un nivel bastante alto, y por otro lado, el director de dicha banda fue alumno de Castor Cachafeiro, hermano de Avelino, de”Os Soutelo de Montes”,   y el hombre no es muy amigo de aceptar a profesores… De salir tu elegido te volveré a llamar dentro de un par de semanas máximo.

Pasados unos ocho días, recibo la llamada de la Xunta manifestándome que me habían asignado las clases de Venezuela. Lógicamente me entro una gran ilusión y empecé a preparar el material para las clases. La Xunta me proporcionaba el billete y pago de las dietas. Como siempre, la asociación a la que ibas, en este caso la Hermandad Gallega de Caracas, me procuraba el Hotel y la manutención.

Bueno, al llegar la hora me voy a Santiago a firmar papeles como siempre, y el Jefe me instruye en unas cuantas cosas con las que he de tener cuidado. Al llegar al aeropuerto de Maiquetía, me dice que de ninguna manera salga del recinto aduanero, que espere en él que pasarán a  recogerme. Para identificarme, tenía que ponerme un cartelito colgado con mis datos y además tenía en letras grandes Xunta de Galicia. Otra era que no fuera nunca al banco solo, me tenía que acompañar un guardia de seguridad de la Hermandad, tampoco me recomendó andar solo por la ciudad y, por supuesto, menos por la noche, porque puede ser un peligro mortal. Como verán a la vista de estas recomendaciones, me arrugue  bastante.

El viaje fue estupendo, y cuando se ve la costa y el avión sale del mar, desde luego uno se relaja. Ya en Maiquetía, me fui a buscar la maleta, y sorprendentemente, fue la última en salir. Yo estaba desesperado y me encontraba solo, pues la gente casi había salido toda y allí no aparecía nadie de la Hermandad. Al fin  aparece un hombre que me pregunta mi nombre y que es el Jefe de seguridad. Gracias a Dios, creí que tenía que dormir aquí. Me lleva a Maripérez y quedo alucinado de lo que tal tienen allí. La Hermandad Gallega es enorme de grande, desde un colegio, un teatro, pistas, una piscina impresionante, guarderías, salón para juegos, una cafetería y un restaurante….y lo que se me olvidará. Me hospedan  en un hotel muy bueno en el centro de Caracas y, para ir a la Hermandad es obligatorio coger un taxi, con un distintivo, no me acuerdo ahora de qué color, pues los otros, parece ser que no eran de fiar, siento enormemente tener que decir que Venezuela, es un  país hermoso y con una gente admirable,  es otro mundo, y es otro mundo por sus políticos, porque gobiernan mal y existe una corrupción disparada. Consienten todas las atrocidades de la delincuencia para tener al pueblo en sus casas. No sé si ahora la policía estará más concienciada, pero en 1995,  incluso, estaba implicada en algunas mafias. Bueno, a lo que iba. Al día siguiente, me dirijo en taxi a la Entidad,  y en el camino nos cayó  una tormenta torrencial, los relámpagos  nos caían en los pies, por lo que el taxi tuvo que aparcar hasta que paró  de llover, imposible seguir. Yo flipado.

Una vez en la Hermandad Gallega, me reciben unos directivos, el director de la banda de gaitas, un hombre mayor, por cierto, y  luego me saludó el presidente. Me enseñaron todo el complejo,  y la verdad,  quedé alucinado.
  
Entrada principal de la Hermandad Gallega


Patio con jardincito de la Hermandad

Salones recreativos

Piscina
Esa misma tarde conocí a los alumnos, chicos y chicas,  tenían distintas edades y también distintos niveles de aprendizaje. Organicé los grupos por nivel, a los componentes de la banda les mande interpretar alguna obra para oír yo. Así lo hicieron. Me di perfecta cuenta que el nivel que tenían  era medio. Observé que su director estaba sentado, muy atento a lo que yo hacía y decía, pero  permaneció siempre callado, y por supuesto, asistía a todas las clases que impartí

Un buen día me dicen los directivos que me van a llevar a un pueblecito que dista de Caracas creo que 24  km. Y se llama “El Junquito”, el motivo es que tiene un mercado fantástico y los negocios pertenecían a muchos gallegos. Les dije que antes tenía que ir al banco a sacar un poco de dinero. Se me ofreció uno para acompañarme con su todoterreno que aparcó sin dudarlo delante de la puerta del banco, no extraña que dentro hubiera un policía con una metralleta, la verdad es que fuera, apoyados en la pared había unas caras que no ofrecían confianza. Nos metimos en el carro (como dicen ellos) y regresamos a la Hermandad. Al llegar y pasear por el mercado  de  el Junquito, te ofrecían la prueba de todo, charcutería, queserías, verduras, fruterías, panaderías, carnicerías, tiendas de ropa etc., si les hacías caso salías comido. Recuerdo que enfrente de los negocios había un restaurante con un mariachi interpretando las mañanitas….En fin. Disfruté mucho aquel día.

Días más tarde  me llevaron a visitar Valle Fresco, un Club de montaña enorme  propiedad de la Hermandad, que utilizan para hacer eventos, romerías familiares, comidas, meriendas, y como no podía faltar, celebran el Magosto popular o “fiesta de la castaña” que traen directamente de Galicia. Deporte, dispone de varias pistas, pero  lo que me sorprendió fue una iglesia pequeñita pero preciosa que se había llevado piedra a piedra desde Galicia,  y que se llama Santiago apóstol. Valle Fresco está en el Estado de Miranda, y a unos  cuarenta minutos de Caracas y su vegetación es como si estuvieras en la selva, precioso, precioso.
     

También me llevaron a la Colonia Tovar, situada en la cordillera de la Costa a unos 1800 metros sobre el nivel del mar en el Estado de Aragua. Sus habitantes, por lo menos los primeros, proceden del estado independiente de Baden, situado entre Francia y Alemania, después se incorporó a  este último. Pues bien, unas trescientas y pico de personas entre hombres y mujeres embarcaron hacia las tierras de Venezuela hasta fundar dicha colonia en 1843. Se caracteriza por mantener la huella  cultural de su origen. Sus casas, sus habitantes rubios. Su economía es la agricultura y el turismo, aunque al principio también cosechaba café. Da la impresión total de estar en un pueblo alemán. Me encantó, salí viendo estrellitas porque no me lo creía. Preciosa tierra la venezolana.
    

En fin. Volviendo a mi trabajo  y casi al final de las  clases, el director de la banda (que debía estar aprendiendo como podía las obras que yo enseñaba), se me acercó flauta en mano pidiéndome por favor que le enseñara unas posturas que no era capaz de aprender, y por tanto, no era capaz de tocar la obra bien. Tras aplazar las clases un día y dedicarme exclusivamente a él, logre corregirle todas las obras, por lo que el hombre me estrechó la mano y me dijo que estaba contentísimo conmigo y que le había demostrado que era un  buen profesor, y que solo en quince días  había conseguido adelantar muchísimo a los tres niveles existentes. En cuanto a la banda me los había ganado a todos, y me confesó que los chicos y chicas estaban muy contentos de tener un profesor que hablaba menos que otros y enseñaba más, por lo que me querían muchísimo. Se lo agradecí y le invité a que se uniera al grupo para tocar con ellos en la despedida y así lo hizo. Bueno. Objetivo conseguido. Me hicieron una sonada despedida y muchos se emocionaron, sobre todo las muchachas que eran un encanto. Por supuesto yo también me emocioné, pues piensas que nunca más volverás a ver a esas personas, que existen y que tienen una vida más o menos igual que la tuya, pero te está negado volver a verlas. Es la vida….








  
   Os cuelgo este vídeo en el que aparecemos Manolo Ambite y un servidor en la comida tradicional que celebra en su finca y que siempre me invita. Prácticamente es la única vez que tocamos al año.


Si os parece bien,  hoy nos quedaremos aquí.  Me voy a dar un  paseíto con mi mujer por la ciudad aprovechando el buen tiempo. Hasta pronto amigos.

4 comentarios:

  1. Veo que estos viajes para impartir clases, le brindaron la oportunidad de conocer bellos lugares y disfrutar de la compañía de personas a las que siempre recordará.

    Y, por supuesto, como en este caso, de vivir momentos de película llenos de emoción.

    Un gran reportaje el que hoy nos dejas.

    Un beso.

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  2. Muchas gracias Amalia. Es verdad que he viajado mucho y, por lo tanto, es lógico que tenga muchos recuerdos, paisajes, anécdotas, personas a las que no volveré a ver, pero es lo que hay. La vida nos brinda, a veces, la oportunidad de conocer el mundo en que vivimos, y el conocimiento, es el que nos hace disfrutar más. Un beso...

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  3. Una vez mas he compartido contigo este viaje tan interesante ,que satisfación tienes que sentir al revivivir estas experiencias y que si tubieramos otra vida creo que volverias a vivirla de la misma manera MUXU BAT

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    1. Pues sí Ángeles, si tuviera otra vida estas vivencias, aficiones y viajes no las cambiaría. Seguramente cambiaría otras importantes de mi vida y que no me fueron tan bien. Fueron unas experiencias maravillosas, y lo más importante es que siempre tuve salud para disfrutarlas. No me es extraño que ahora empiece a surgir alguna goterilla por ahí. Gracias por tu comentario, que disfrutes en la ciudad de tus vacaciones y un besito para ti.

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