El miércoles día cuatro
de Noviembre a las 7’40 de la mañana, nos viene a recoger al Hotel un Jeep para llevarnos al punto de reunión y
comenzar la aventura. Eran tres Jeep, dos de ellos llevaban turistas
extranjeros por lo que tenían que traducir, y en el tercero íbamos mi esposa y
yo con el conductor que nos servía de guía.
Orden de salida y todos
a los coches, arrancamos y comenzamos a subir y subir por una estrecha
carretera de montaña por el Valle de la Orotava, con el fin de dirigirnos hacia nuestra
primera etapa, Masca.
Llevábamos unos
kilómetros recorridos y una altitud de unos mil metros, íbamos charlando con el conductor sobre diversos
temas del turismo y también nos contaba pequeñas historias de los guanches. Era
un hombre afable y simpático, cuando de repente, nos desviamos
los tres todoterreno para tomar
una pequeña pista rural cuyo desarrollo era casi vertical, los motores rugían
como leones en la marcha más corta. Al cabo de unos kilómetros y a unos mil
quinientos metros de altura, nos metemos por un camino con charcas que hacían
patinar a los coches, nuestra adrenalina había subido un montón.
Paramos en un tipo de
mirador natural y lo que vimos sinceramente fue el paraíso; un paisaje
maravilloso que no se ve en otras excursiones. El guía nos dijo: os dais cuenta
del por qué tenemos que utilizar Jeep?
los autocares no pueden subir estas cuestas ni venir por aquí.
Seguimos por un camino
similar hasta que salimos a otra carretera estrecha y llena de curvas, al poco
tiempo volvimos a desviarnos, esta vez
por un camino que atravesaba un bosque, íbamos saltando en los asientos agarrados
fuertemente a los cinturones de seguridad por culpa de los baches, paramos para
ver otra vista paradisiaca difícil de repetir.
Seguimos camino dando
botes por la pista hasta que desembocamos en otra carretera por la que seguimos
subiendo entre montañas. Empezamos a bajar aproximadamente a los mil
novecientos metros. Después de unos kilómetros divisamos Masca, un pueblo en
medio de una montaña, la vista que se divisaba era hermosa. Hicimos una
paradita para tomarnos un refresco en un restaurante de montaña, sacamos unas
fotos a un paisaje único, en donde la inclinación de las faldas de las montañas
era vertical, agreste y su final era el
mar a unos mil cuatrocientos metros. Masca era muy bonita, tenía una plaza
rodeada de árboles y una Ermita
preciosa. Un acordeonista en la plaza nos deleitó con canciones de varias
regiones.
Masca y los paisajes agrestes. Interior de la ermita. |
Al cabo de media hora
proseguimos la marcha hacia Icod de los Vinos, poco a poco por las carreteras
de montaña, subiendo y bajando llegamos por fin a Icod, un pueblo muy bonito
con casas de galerías y balconadas de madera clásicas de Canarias. Además
conserva un árbol precioso y milenario,
su nombre Drago. Recordemos que salía impreso en los antiguos billetes de 1000
de las antiguas pesetas….
Drago milenario |
Guanche dando la bienvenida |
Entramos en una tienda
de licores canarios en la que nos daba la bienvenida un guanche o aborigen de la isla. A la salida
de Icod casi desfallecidos comimos en un Restaurante de carretera para reponer
fuerzas y al mismo tiempo descansar un poco el cuerpo castigado por la
trayectoria montañesa.
Con un estado de ánimo
después de probar el “rancho canario”,
salimos para Garachico.
Poco a poco transitando por una carretera tortuosa llegamos a nuestro destino. Un pueblo
rodeado de lava volcánica único, y digo único porque dispone de una piscina
natural de lava, es delirante ver como entra poco a poco el mar en el recinto
llenando y renovando el agua en la que
se bañaban cantidad de personas, además de disponer de una gran piscina
municipal. Sus edificios con balconadas de madera estilo canario y su gran
peñón en el medio del mar, le hace un
pueblo especial e inconfundible.
Salimos creyendo que
todo había finalizado y que nos dirigiríamos al punto de partida, pero los
conductores se brindaron a llevarnos a la cima del monte que domina a
Garachico con el fin de poder tomar unas
buenas fotos, así lo hicimos y fue de lo más hermoso. El archipiélago canario
es de lo más bello de este mundo, para recordar y no olvidar nunca.
Garachico |
La costa con Puerto de la Cruz al fondo. |
Valle de la Orotava |
Hasta pronto.
Un viaje realmente emocionante y con paisajes muy bellos que quedan grabados por siempre
ResponderEliminarLas fotos son muy lindas y es muy gratificante contemplarlas de vez en cuando para rememorar esos buenos momentos.
Un beso y mucha felicidad
Un viaje realmente emocionante y con paisajes muy bellos que quedan grabados por siempre
ResponderEliminarLas fotos son muy lindas y es muy gratificante contemplarlas de vez en cuando para rememorar esos buenos momentos.
Un beso y mucha felicidad
Emocionante al 100 x100. Tengo unos videos muy bonitos pero no puedo enviarlos por tener más de 20 megas. Tengo que imporar todas las fotos y vídeos al ordenador pero ando mal de tiempo
ResponderEliminarUn bico para ti Amalia.
Emocionante al 100 x100. Tengo unos videos muy bonitos pero no puedo enviarlos por tener más de 20 megas. Tengo que imporar todas las fotos y vídeos al ordenador pero ando mal de tiempo
ResponderEliminarUn bico para ti Amalia.